En el sector de la hostelería, el café tiene una gran importancia para los clientes, ya que es una bebida típica que consumen de manera frecuente, sin importar el momento del día, y es que una buena taza de café genera una gran satisfacción.
Por tal motivo es esencial servir un buen café, de lo contrario se producirán sinsabores y decepciones que pueden afectar los negocios de hostelería.
Índice
La importancia del buen café
La preparación de un café no es tan sencilla como se piensa, no es solo calentar el agua y añadir el café. Se trata de una bebida que debe cumplir con una serie de consideraciones para obtener un excelente resultado en su elaboración.
Un buen café es perfecto para después de un almuerzo o cena, dando un gusto agradable a los clientes después de disfrutar de las comidas. También es una bebida demanda por la mañana, siendo para muchos necesario para tener un aporte de energía para comenzar el día.
Aunque la oferta no esté enfocada principalmente en el café, los negocios de hostelería pueden atraer a más o menos clientes, dependiendo de la calidad de la bebida que sirvan. Si el café es excelente, se asegura que los clientes vuelvan al establecimiento.
Es un producto de alta rentabilidad, dado que el precio es bajo, y la preparación requiere de poco tiempo. La versatilidad es otra de sus cualidades, gracias a que hay varios sabores y se puede preparar de diferentes maneras.
El café es una bebida muy relacionada con los buenos momentos, el compartir con los amigos o en las conversaciones más amenas, por eso, servir un café de calidad incentiva a los clientes a relacionar estas sensaciones con la marca de los negocios de hostelería.
Los negocios deben enfocarse en ofrecer un buen café a sus clientes, no dejando a un lado las carencias y los errores más comunes al preparar esta bebida, de lo contrario, corren el riesgo de que los clientes no queden totalmente satisfechos, lo cual termina por influir en su percepción sobre los otros productos y servicios que ofrece.
¿Qué factores influyen en su calidad?
Entre los factores más esenciales que influyen en la elaboración de un buen café, se encuentran los siguientes.
Materia prima
La calidad de la materia prima es esencial para elaborar un buen café. Hay diversas variedades de café para elegir, por lo que hay muchas mezclas que se pueden obtener. En este caso, es importante contar con un buen productor de café.
Un productor de cafe para hosteleria con experiencia y conocimiento, sigue un proceso de fabricación de calidad, donde el tostado del café se realiza de la manera correcta para obtener un sabor, aroma, y propiedades únicas.
No se recomienda escatimar en precios, ya que lo más barato no es de la mayor calidad, y termina por afectar la imagen del negocio de hostelería.
Envasado del café
También es importante contar con un buen envasado donde conservar el café una vez tostado. Lo más recomendable es una bolsa metalizada, con esto lo proteges de la luz, el aire y la humedad.
Además, un envasado al vacío es una gran solución para proteger el café tostado de los agentes climáticos y de los aromas que puedan entrar a la bolsa. Evitar los tarros de cristales o plástico es lo esencial, si se quiere conservar por largos períodos de tiempo.
El agua
Otro punto importante es el agua, ya que no es lo mismo preparar el café con agua embotellada, de “osmosis” o de grifo. El agua es la base de la infusión del café, por eso debe ser de buena calidad.
No se recomienda el uso de agua caliente para acelerar el proceso de elaboración, lo más indicado es calentar el agua gradualmente para no dañar el proceso natural de la infusión del café.
Los granos y molido
La cantidad de café que se usa en la preparación es esencial para conseguir una excelente bebida. Por lo general, se usan entre 6 a 7 gramos por taza de café, aunque si la calidad de la marca es la mejor, se puede usar una menor cantidad.
Para tener la medida exacta, hay que usar una balanza de precisión, esto permite que el café se use en la cantidad requerida para conseguir una buena bebida.
En las preparaciones, el molido grueso requiere de una extracción rápida y ofrece un sabor más débil, con un poco de crema. En cambio, el molido muy fino es de extracción lenta, y el sabor que se obtiene es muy fuerte.
Al conseguir el punto justo, se logra un sabor intenso y balanceado, ofreciendo un café excepcional.
La taza
Otro elemento que influye en la calidad del café del negocio de hostelería es la taza. Hay que evitar las tazas redondas y bajas, de doble fondo, ya que no son nada elegantes.
Lo recomendable es una taza alta y estrecha, el fondo no debe ser plano, sino ovalado, esto permite obtener una mejor crema, dado que el café no impacta directamente con el fondo.
Además, una taza estrecha y alta mantiene caliente el café durante más tiempo, evitando un café demasiado largo que pierda sus cualidades.