Los Trastornos del Espectro del Autismo, normalmente conocido como TEA o autismo, se tratan de un grupo de trastornos neurobiológicos, los cuales pueden llegar a afectar por completo el desarrollo de una persona.
Cabe señalar que quienes sufren de TEA son personas que nacen con este trastorno y sus problemas, por lo general suelen empezar a mostrarse durante sus primeros años de vida, a través de problemas para comunicarse, y también para relacionarse con quienes están a su alrededor.
Esto causa que la mayor parte de individuos que presentan autismo cuenten con grandes necesidades de apoyo durante toda su vida, mostrando un elevado nivel de dependencia para desenvolverse en su entorno, pero qué es el autismo en realidad, a continuación explicamos eso y más.
¿En qué consiste el autismo?
El autismo o TEA (Trastorno del Espectro Autista), consiste en un trastorno neurobiológico del desarrollo, el cual suele surgir después de los primeros 3 años de vida y nunca desaparece.
Por lo general, sus principales dos síntomas abarcan tanto los problemas de comunicación e interacción en relaciones sociales, como el desarrollo de conductas repetitivas de manera habitual.
Por lo general, no existen indicios físicos que distingan a personas que tienen TEA de aquellas que no, sin embargo, suele ser común que aquellas personas que poseen autismo interactúen, se comuniquen, actúen y aprendan de formas diferentes a quienes no tienen estos trastornos.
En este sentido, cabe señalar que las habilidades de pensamiento, aprendizaje y resolución de problemas de quienes tienen autismo podrían variar, por lo que existen personas que poseen elevados niveles de capacidad (dotadas), y también individuos que presentan numerosas dificultades.
Asimismo, hay quienes necesitan una gran ayuda en su vida diaria, mientras que hay quienes solo requieren un poco de apoyo.
También es apropiado mencionar que el autismo es un trastorno que puede presentarse en personas de cualquier grupo racial, étnico y/o socioeconómico; sin embargo, suele presentarse 4.5 veces con mayor frecuencia en niños que en niñas.
¿Cuáles son los síntomas causados por el autismo?
El autismo puede causar ciertos síntomas evidentes, los cuales permiten detectar la enfermedad con mayor facilidad, y la mayor parte de ellos se encuentran asociados a la falta de interacción social tanto con niños como con adultos.
Dicho esto, los síntomas más habituales en las personas con TEA son los siguientes:
- No suelen sonreír, tienen un poco contacto ocular, no muestran un seguimiento visual, no hay respuesta ante su nombre y tampoco son bebés “demandantes” durante los primeros meses de vida.
- No balbucean ni hacen gestos de interacción al tener 1 año.
- No dicen palabras aisladas al tener unos 16 meses.
- No dicen frases completas al alcanzar los 2 años.
- Pueden presentar cualquier regresión y/o pérdida de habilidades adquiridas a cualquier edad.
- Al estar en el colegio y/o fiestas infantiles no muestran interés en relacionarse con otros niños.
- No muestran interés por tener contacto visual y físico con otras personas.
- No muestran interés en compartir nada con ninguna persona.
- Suelen repetir diversos gestos, movimientos y/o acciones.
- No suelen mostrar una gran reacción frente a las llamadas de sus padres y/o familiares.
- No participan en juegos simbólicos, o dicho de otro modo, no utilizan juguetes o algún otro objeto con el fin de simular alguna situación real, por ejemplo, llevar a muñecos a dormir y/o darles de comer, etc.
- Suelen utilizar el lenguaje de forma literal, sin comparaciones, metáforas, y tampoco dobles sentidos.
- Por lo general, suelen balancear los brazos de manera repetida y/o caminar de puntillas.
- Muestran un apego inusual hacia determinados objetos.
- Suelen mostrar problemas al momento de aceptar cualquier tipo de cambios dentro de su rutina diaria.
- Suelen tener rabietas de manera habitual.
¿Cómo se diagnostica el TEA?
El diagnóstico del autismo podría llegar a ser complicado de realizar porque no hay ningún tipo de prueba médica, por ejemplo análisis de sangre, que permitan diagnosticarlo, de modo que con el fin de poder realizar un diagnóstico, los especialistas deben limitarse a observar tanto la conducta como el desarrollo de los niños.
En ocasiones es posible detectarse los TEA poco después del primer año de vida, e incluso antes.
Una vez que los pequeños tienen 2 años de edad, los diagnósticos llevados a cabo por especialistas experimentados se pueden considerar como bastante confiables; no obstante, no son pocos los niños que no suelen recibir un diagnóstico final, sino hasta que tienen una edad mucho mayor.
Dicho retraso supone que muchos de esos niños que presentan autismo no puedan conseguir de forma temprana la ayuda que requieren.
Causas y/o factores de riesgo
Aunque se desconocen todas las causas por las que se presenta el autismo, se sabe que es posible que existan numerosos motivos por los cuales surgen las diversas clases de TEA.
En este sentido, podría existir múltiples factores diferentes que pudieran hacer que algún niño presente mayor riesgo que otros a padecer autismo, incluyendo factores genéticos, biológicos, y/o ambientales.
Tratamiento y medicación
El autismo es una condición para la que no existe cura, razón por la cual su tratamiento intenta mejorar el estado de cada persona a lo largo de su vida.
Para esto, existen terapias de conducta que buscan ayudar a aumentar las habilidades comunicativas y sociales a través de diversos ejercicios y hábitos, según cada caso, incluso se podría recurrir al uso de medicamentos con el fin de ayudar a los pacientes a prestar atención, dormir o controlar la hiperactividad.